El hierro es un elemento químico que juega un papel biológico fundamental en la vida. En los humanos constituye enzimas muy importantes, proteínas como la hemoglobina y los citocromos.
La hemoglobina, junto con la mioglobina, es responsable del transporte y almacenamiento de oxígeno. Está contenido en los glóbulos rojos y es responsable del color rojo de la sangre y del transporte de oxígeno desde los pulmones a los tejidos, proceso fundamental de la respiración celular. El transporte de oxígeno es posible gracias a la estructura de la hemoglobina: contiene un átomo de hierro con un estado de oxidación 2+ que se une al oxígeno de manera reversible. El hierro es del tipo Fe2+ gracias a la coordinación por parte de los átomos de nitrógeno del anillo de porfirina.
Este mineral esencial cumple otras importantes funciones como la transferencia de electrones en la cadena respiratoria, la producción de vitamina A y la transmisión de los impulsos nerviosos. La principal fuente de hierro está representada, para los humanos, por los alimentos, en los que el metal está generalmente contenido en forma de complejos orgánicos ligados a proteínas. El ácido clorhídrico del jugo gástrico, actuando sobre estos complejos, permite formar cloruro ferroso que es más fácil de asimilar.
Deficiencia de hierro
La deficiencia de hierro es la alteración nutricional más extendida en el mundo; si se descuida, puede convertirse en anemia patológica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que entre 600 y 700 millones de personas en el mundo tienen carencias de hierro, por lo que ha definido el concepto de anemia como un valor de hemoglobina inferior a 13,4 g/dl en humanos y a 12 g/dl en mujeres. Las mujeres y los niños son los sujetos más susceptibles, aunque no los únicos afectados.
Síntomas de la deficiencia de hierro
Los síntomas iniciales de la deficiencia de hierro incluyen: cansancio físico, fatiga, reducción generalizada de energía, palidez leve y problemas de concentración. Si no se controlan estos síntomas, pueden aparecer otros problemas, como alteración del patrón respiratorio, mareos, dolor de cabeza, disminución de la visión, insomnio, pérdida de apetito, indigestión, síndrome de piernas inquietas y hormigueo en los dedos de manos y pies. Nuestro cuerpo absorbe alrededor del 25% del hierro contenido en carnes, pescados y aves. La absorción del hierro de los cereales, verduras, frutas es considerablemente menor, pero aumenta si se toman junto con: vitamina C presente en los cítricos, uva, kiwi, pimiento y patata; fructosa contenida en frutas y jugos; Proteínas de carne y pescado.
Cómo contrarrestar la deficiencia de hierro
Para contrarrestar los síntomas de la deficiencia de hierro, recomendamos tomar complementos alimenticios a base de hierro y vitamina C, lo que mejora aún más su absorción. El hierro contenido en los suplementos contribuye a la función cognitiva normal, al metabolismo energético normal, al funcionamiento normal del sistema inmunitario ya la reducción del cansancio y la fatiga.